sábado, 16 de junio de 2012

UN ESPECTACULO DE PADEL EN TIERRAS ANDALUZAS

Una apasionante jornada de cuartos de final, con una duración de más de ocho horas, sirvió para definir la penúltima ronda de los XI Internacionales de Córdoba. Las semifinales se presentan repletas de emoción.



Fue un día frenético, vibrante,'interminable'... Los numerosos aficionados que llenaron por completo las gradas del Club Deportivo Sierra Morena hasta casi las 02:00 de la madrugada pudieron disfrutar del espectáculo del pádel en estado puro. Había mucha expectación. En el ambiente se respiraba esa sensación tan característica de las grandes tardes y, desde luego, eso fue lo que pasó en el recinto andaluz.


En el segundo encuentro de la jornada, Godo Díaz y Jordi Muñoz accedieron a la penúltima ronda del torneo tras doblegar en tres intensísimas mangas a Paquito Navarro, ídolo local, y Tito Allemandi (2-6, 6-3 y 6-3). El duelo comenzó con unos Navarro-Allemandi muy agresivos, que no tardaron en definir su terreno. Sus rivales trataron de entrar en la pelea pero se vieron incapaces de frenar las acometidas de una pareja 'crecida' y muy motivada por el gran apoyo recibido por parte del público.


Tras el primer set, el panorama comenzó a cambiar. Díaz y Muñoz no tuvieron prisas, no se pusieron nerviosos y supieron esperar su momento. Sin perder la fe, sin bajar los brazos, se fueron haciendo con el dominio, recortaron distancias, empezaron a sentirse como los grandes dominadores y eso les sirvió para apuntarse la segunda manga por 6-3. Con todo por decidir, los jugadores llegaron al tercer y definitivo parcial. Fue en ese preciso instante cuando surgió la mejor versión de Díaz-Muñoz. Un break en el sexto juego fue una losa muy pesada para Navarro y Allemandi, que no lograron sobreponerse y no encontraron la manera de recobrar el terreno perdido. Después de más de dos horas de partido, el gran premio para los perdedores fue salir de la Pista Central acompañados de una atronadora ovación.


Un día maratoniano
Antes de este compromiso, Lima y Mieres demostraron por qué son los cabeza de serie número 2 y se plantaron en semifinales. Los Príncipes parecen recuperar las buenas sensaciones en su juego y derrotaron a Gaby Reca y Agustín Gómez Silingo. Muy sólidos e imponiendo su ritmo casi desde el primer minuto, se apuntaron el primer set por 6-4 y en el segundo, cuando ya tenían una ventaja de 4-2, vieron como sus adversarios tenían que retirarse por un problema muscular en el hombro de 'la Bestia' Silingo. Sólo les falta un escalón para estar presentes en el choque de lucha por el título pero, para lograrlo, deberán superar a la pareja revelación de esta cita: Godo Díaz y Jordi Muñoz.


El tercer duelo de la noche concluyó a las 00:50 horas. Fue un cara a cara espectacular, repleto de tensión y de alternativas. Miguel Lamperti y Maxi Grabiel volvieron a demostrar que son una de las duplas más en forma de este inicio de temporada y eliminaron a Hernán Auguste y Matías Díaz. No hay ninguna duda de que fue el partido de la jornada. Se vieron golpes imposibles, acciones mágicas, al alcance de unos pocos elegidos, con los que consiguieron que el público se pusiese en pie para aplaudir en numerosas ocasiones. Lamperti-Grabiel se llevaron la primera manga por 7-6 pero se vieron superados por el 'Bebe' y Mati en la segunda (4-6). En la tercera, se mostraron más acertados en los momentos decisivos y eso les ayudó a lograr el 6-3 con el que accedieron a la siguiente fase.
La afición cordobesa tenía ganas de más. Lejos de cansarse o de aburrirse, seguían con el deseo de ver más pádel y permanecieron en sus asientos sin mirar el reloj para presenciar el choque con el que se cerró la ronda de cuartos de final. En él, Juan Martín Díaz y Fernando Belasteguín no permitieron sorpresas y se llevaron la victoria ante Seba Nerone y Sanyo Gutiérrez por un doble 6-4.


El sábado, a partir de las 20:00 horas, se decidirán dos semifinales que, por lo visto a lo largo de todo el torneo, prometen ser espectaculares… El mejor pádel del mundo sigue cumpliendo con creces con las expectativas generadas.

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